Dirk Dzimirsky nos engaña con el hiperrealismo de sus dibujos. El artista alemán hace retratos que a primera vista se pueden tomar para fotografías, de ahí el otro término para dibujos fotorrealistas. Esta es la forma de cómo Dirk Dzimirsky crea retratos hiperrealistas en sus manos.

Dirk Dzimirsky se embarca en un retrato hiperrealista en respuesta al canon de la belleza contemporánea que muestra constantemente la publicidad, la fotografía de moda y el resto de los medios.

En su técnica, marca con carbón o con un cepillo todas las características que hacen de la belleza y la singularidad de una persona, sus arrugas, sus cicatrices y otras imperfecciones. Un trabajo largo y meticuloso que le puede llevar casi 30 horas lograr de A a Z un dibujo de carbón y de cuatro a cinco veces más cuando se trabaja con pintura al óleo.

El artista alemán no solo reproduce la cara de una persona, sino que le otorga gran importancia a la transcripción de aspectos emocionales. A través de cada golpe, intenta dibujar un retrato tanto físico como psicológico. Dirk Dzimirsky define su enfoque como “figurativo” y “lírico” y se compara con un escritor. Sus marcas son como palabras, y las áreas texturizadas son como párrafos.

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